
El nacimiento de una princesa trae consigo mucha alegría y festejos durante los cuales la familia invita a sus amigos, que tienen el honor de inclinarse sobre la cuna de la recién llegada.
Cada cual le dedica una alabanza, una frase con un toque de humor o de magia.
Las más clásicas:
La princesa será la más bella o la princesa será la más inteligente.La más optimista:
La princesa no será charlatana.La más original:
La princesa jugará al Mus.La más célebre:
A los quince años, la princesa se pinchará en el dedo con un huso y caerá muerta (afortunadamente, alguien rectificó:
No caerá muerta, caerá solo en un profundo sueño que durará cien años).
La más exagerada:
La princesa sabrá montar en bicicleta sin manos.
La más escolar:
La princesa escribirá sin faltas de ortografía.
La más poética:
Esta bella princesa beberá el rocío de las noches de luna, y ligera y graciosa, nadará en la laguna.
Es importante no olvidar a nadie, ya que puede ocurrir que quienes no han sido invitados se molesten si no toman parte de los festejos.
Un olvido célebre: Los padres de la Bella Durmiente se olvidaron de enviar una invitación a una parienta lejana de profesión hada. Ofendida , ésta lanzó el conocido encantamiento sobre la princesa. Resultado: un sueño que duró alrededor de un siglo.