
Ha llegado Primavera,
que es un hada jardinera.
¡Qué trajín en el jardín!
Con su vuelo bailarín,
¡qué ocupada en poner flores
y pintarlas de colores!
Cada día en su marmita,
mientras mueve la varita
y recita siete versos,
hace perfumes diversos.
Sobre rosas amarillas,
violetas y campanillas,
con muchísima paciencia,
va repartiendo la esencia.
Y aún le queda una labor:
prepara filtros de amor,
en el aire azul los deja
¡y todos tienen pareja!
Después de tanto trabajo:
volar arriba y abajo
sin descansar ni un segundo,
llena de color el mundo.
Encantando a troche y moche...,
se le hace por fin de noche.
El hada zangolotina
vuelve a su rama de encina.
Allí duerme como un tronco
y la arrulla un sapo ronco.
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