martes, 26 de abril de 2011

PRINCESA FASOLÁ


Primer violonchelo de la orquesta de la corte real,
dirigida por su marido el maestro Tempo Moderato.

Toca solos, pizzicato.
Agitato cuando se enfada.
Y para su marido: a veces afettuoso,
con frecuencia amoroso.

Philippe Lechermeier

jueves, 21 de abril de 2011

SER HADA MADRINA. Carmen Gil



Dicen que es duro trabajo
el de ser hada madrina:
ir siempre de arriba a abajo,
de China a la Conchinchina.

¿Qué hay que ayudar a un pingüino
a que aprenda a nadar solo?
Pues... volando al quinto pino,
al hielo helado del Polo.

El hada se abriga mucho,
pero allí hace tanto frío
que le tiembla el cucurucho
y al encantar se hace un lío.

Si anda triste y medio muerto
un camello por amor,
hay que viajar al desierto
y pasar mucho calor.

Con más de cincuenta grados,
ninguna sombra a la vista
y arena por todos lados,
no hay un hada que resista.

Si un topo precisa auxilio,
es cuando al hada le agobia
trabajar a domicilio,
porque tiene claustrofobia.

A tres metros bajo tierra,
al hadita bonachona
su trabajo le da guerra:
¡La magia no funciona!

Con un horario horroroso
y más de un inconveniente,
¿hay oficio más hermoso
que hacer feliz a la gente?

jueves, 14 de abril de 2011

ANDA TRISTE LA TRISTEZA. Santa Teresa de Jesús





Ronda que te ronda mi casa
con su vestido de luto
y con su tez toda pálida.

Parece buscar consuelo
parece tan deshinchada
que yo no sería bueno
si le negara mi casa.


Por eso cuando la vi
sin adorno y sin hogaza,
solícito, bondadoso
le abrí las puertas de mi alma.

Pude ver que me veía,
con infinita mirada,
incrédula, sorprendida
con una sonrisa vaga.

Entró cautelosa, muda,
sombría, deshilachada,
voraz, hedionda, macabra,
pestilente, desdentada.

Se apoderó de mis sueños,
de mis versos, de mi cama,
de las fotos de mi madre,
de mis meses y semanas.

Se bebió todo mi vino,
rompió mi vieja guitarra,
destrozó las partituras
de mis canciones más blancas.

Decapitó los anhelos
que con ilusión guardaba,
puso una venda a mis ojos,
a mi boca una mordaza.

Hoy ya no quiere marcharse,
hoy ya no sé cómo echarla,
pero yo tuve la culpa
por haberle dicho: pasa.

martes, 12 de abril de 2011

EL MERCADER DE SEMILLAS. Gerardo Diego


Plaza de las maravillas,
instala su tenderete
el mercader de semillas.


Las semillas misteriosas
en papeles de farmacia
leves, dormidas, ociosas.

Y los bulbos de jardín
como cebollas de seda,
nombre y familia en latín.

La plenitud de las flores
viene en cartones pintada,
lujuriante de colores.

Huertos de Valencia y Francia
cifran aquí sus abriles
y su remota fragancia.

Botánicas Bellas Artes.
Yo mi lección de poeta
aprendo todos los martes.

-¿Qué puedo sembrar, amigo?
¿Don Diegos de día o noche?
¿Espuelas de Don Rodrigo?

Compadre ¿qué me aconseja?
¿Dalias de Irán, nomeolvides?
¿Jazmines junto a la reja?

Quiero semillas gitanas
que ansiosas de luz y brisas
florezcan en seis semanas.

Démelas de nombres lindos
y de matices extraños:
gladiolos, miramelindos.

Hierba de plata, alelí,
boca de dragón, caléndula
y silene carmesí.

Y vuelvo al jardín soñando,
apretando contra el pecho
flores que van despertando.

viernes, 8 de abril de 2011

9 MANERAS DE ENSEÑAR A UN NIÑO A ODIAR LA LECTURA


Hace unos días encontré un artículo de Gianni Rodari, conocido autor de cuentos infantiles, que bajo este insólito título: “9 Maneras de enseñar a los niños a odiar la lectura”, atrajo mi atención, de ahí, que tras su lectura me lanzara al arriesgado ejercicio de comentaros algunas de las opiniones que presenta su escrito.



Este autor nos muestra como, sin darnos cuenta y a veces, con la mejor intención, ponemos en práctica estrategias, acciones o ejemplos a nuestros niños que lo único que hacen es desencadenar en ellos, no un gusto por la lectura sino, el deseo de perder de vista todo lo relacionado con los libros.

Quién no ha dicho alguna vez: ¡Apaga le tele y ponte a leer!...
Dice Rodari, que aunque no estemos muy de acuerdo, para los niños, la tele, los cómics, las consolas, los juegos de ordenador… resultan divertidos, agradables e incluso útiles y añade…
“Psicológicamente, además, no me parece que negar una diversión, una ocupación placentera (o sentida como tal, que es lo mismo) sea el modo ideal de hacer que amen otra: será más bien la manera de lanzar sobre esta otra una sombra de fastidio y de castigo”.

Me parece de lo más lógica su afirmación: sustituir una diversión, un juego o un entretenimiento, por otra cosa que el niño no entiende como un divertimento inmediato, ni siquiera como una satisfacción personal a corto plazo, es un grave error. A mi entender, deberíamos de buscar el tiempo para compaginar ambas cosas, pero no tratar se sustituir la una por la otra.

Rodari también nos recuerda que a veces solemos decir a nuestros niños y jóvenes lo mucho que leen los demás, lo que leíamos nosotros, o lo que hace años se leía.
“La memoria es una aduladora y embrollona de primera línea, paro es difícil darse cuenta de ello”.

Y yo añadiría: siempre se ha dicho que las comparaciones son odiosas, pero en este caso se pueden convertir, incluso, en un arma contra nosotros y sobre todo contra el fin que queremos conseguir: que nuestro muchachito lea; además, pensemos por un momento… Cuándo leíamos más... Cuándo en la mayoría de nuestras casas, los libros, si es que estaban, eran un mero objeto de decoración, cuándo nuestras bibliotecas públicas eran escasas y dotadas de pocos medios o cuándo ni siquiera se había oído hablar de planes de fomento de la lectura...

Rodari endurece sus palabras y arremete contra los que afirman que los niños no leen porque no quieren…
“Echar la culpa a los niños si no aman la lectura, además de fácil, es comodísimo, porque sirve para tapar la culpas propias”

Comparto totalmente esta afirmación, quizás deberíamos empezar por nosotros mismos: Cuántos de nosotros ni siquiera leemos un periódico…cuántos preferimos utilizar nuestro tiempo libre tumbados en el sofá frente al televisor… y luego… ¿nos asombramos de las actitudes de nuestros hijos?

Tras esta reprimenda, Rodari, con ese humor que suele caracterizar sus escritos nos da esa fórmula terrible que nunca deberíamos de poner en practica, pero que sin embargo, seamos realistas, más de una vez hemos utilizado con la seguridad de que estábamos haciendo lo correcto, nunca más lejos de la realidad… y si no, analicemos sus palabras:

”Se toma un niño, se coge un libro, se pone a ambos a la mesa y se prohíbe que el trío (niño, libro, mesa) se divida antes de terminada una hora. Para mayor garantía de que la operación tendrá éxito, se le anuncia al niño que al término del tiempo prescrito deberá hacer un resumen oral de las partes leídas.
Ordenar leer, sin duda alguna, es el sistema más eficaz si lo que se persigue es que los niños aprendan a odiar los libros. (…)
Una técnica se puede aprender a pescozones: igual se aprende la técnica de la lectura. Pero el amor a la lectura no es una técnica, es algo mucho más interior vinculado a la vida y, a pescozones (reales o metafóricos) no se aprende.”

Y terminaré con una breve reflexión y unos inevitables consejos… podremos estar o no totalmente de acuerdo con las recomendaciones de Rodari o de tantos otros que saben más que nosotros sobre el tema de la animación a la lectura, pero lo que si puedo deciros, por experiencia personal, es que cuanto antes empecemos a relacionar a nuestros niños con los libros, antes los verán como algo cotidiano en sus vidas.

Leerles cuentos cuando son pequeñines es algo que puede llenar de satisfacción a ambas partes, no es necesario leer todos los días, solo cuando el momento nos invite a hacerlo…
Visitar con ellos la biblioteca, interesarnos por sus gustos, aconsejarles lecturas, escuchar como nos hablan y nos relatan a su manera el cuento que están viendo, nos invitará a nosotros a leérselo y así crecerá en ellos el interés de leer por sí mismos con esa ansia de independencia que muestran todos los niños…

Según vaya pasando el tiempo no os olvidéis de seguir compartiendo con ellos el mágico momento de hablar de un libro, si los niños crecen en talla también crece su espíritu y por ello sus lecturas deberían ir creciendo con ellos y ellos crecerán más gracias a esas lecturas.

No es necesario acabar de leer un libro, como si fuera una obligación… si algo no nos gusta lo dejamos a un lado… sobre todo si hay más donde escoger, y ahora mismo hay tanto donde elegir.

martes, 5 de abril de 2011

EL HADA PRIMAVERA



Ha llegado Primavera,
que es un hada jardinera.

¡Qué trajín en el jardín!
Con su vuelo bailarín,
¡qué ocupada en poner flores
y pintarlas de colores!




Cada día en su marmita,
mientras mueve la varita
y recita siete versos,
hace perfumes diversos.

Sobre rosas amarillas,
violetas y campanillas,
con muchísima paciencia,
va repartiendo la esencia.

Y aún le queda una labor:
prepara filtros de amor,
en el aire azul los deja
¡y todos tienen pareja!

Después de tanto trabajo:
volar arriba y abajo
sin descansar ni un segundo,
llena de color el mundo.

Encantando a troche y moche...,
se le hace por fin de noche.
El hada zangolotina
vuelve a su rama de encina.

Allí duerme como un tronco
y la arrulla un sapo ronco.